Resumen de Antigona de Sófocles

 Sinopsis

Esta historia cuenta los acontecimientos que llevaron a la tragedia de Antígona. Edipo, el padre de Antígona e Ismene, tuvo dos hijos, Eteocles y Polynices. A la muerte de Edipo, se acordó que cada uno tomaría el trono de un año a otro. Después del primer año, sin embargo, Eteocles, el anciano, se negó a dimitir. Polynices y seis príncipes extranjeros marcharon sobre Tebes. Todos fueron derrotados. Los hermanos se mataron en un duelo, haciendo rey criolno. Creonó que Eteocles fuera enterrado en honor y dejó a Polynices pudrirse en el dolor de la muerte.

Resumen de Antigona

Es el amanecer, y la casa todavía está dormida. Antígona se cuela y la enfermera aparece y le pregunta dónde ha estado. De repente Ismene entra, preguntando también dónde ha estado Antígona. Antígona envía a la enfermera a tomar un café. Ismene declara que no pueden enterrar a Polynices y que debe entender las intenciones de Creonte. Antígona se niega y le pide a Ismene que vuelva a la cama. De repente Haemon entra y Antígona le pide a Haemon que la sostenga con todas sus fuerzas. Ella le dice que nunca podrá casarse con él. Stupefied, Haemon se va. Ismene regresa, aterrorizado de que Antígona intente enterrar a Polynices a pesar de la luz del día. Antígona revela que ya lo ha hecho.

Más tarde ese día, la nerviosa Primera Guardia entra e informa a Creon que alguien cubrió el cuerpo de Polynices con un poco de suciedad anoche. Ordena a los guardias que descubran el cuerpo y mantengan el asunto en secreto. El Coro aparece y anuncia que la tragedia está en. Su resorte es herida, y se desenrollará por sí mismo. A diferencia del melodrama, la tragedia es limpia, tranquila e impecable. En la tragedia, todo es inevitable, desesperanzado y conocido. Todos están atados a sus partes.

Los guardias entran con el Antígona que lucha. El Primero propone que hagan una fiesta. Creon aparece, y el Primero explica que Antígona fue encontrado cavando la tumba de Polynices a mano a plena luz del día. Creon envía a los guardias. Una vez que está seguro de que nadie vio a Antigone arrestado, le ordena que se vaya a la cama, diciéndole que diga que ha estado enferma. Antígones responde que sólo volverá a salir esta noche. Creon le pregunta si cree que su hija de Edipo la pone por encima de la ley. Al igual que Edipo, su muerte debe parecer el "clímax natural" a su vida. Creonte, por otro lado, se dedica sólo al orden del reino. El matrimonio de Antígona vale más para Tebes que su muerte.

El desarrollo de la trama

Antígona insiste en que no puede salvarla. Enfurecido, Creonse se apodera de su brazo y la gira a su lado. Antígona comenta que Creon está apretando su brazo demasiado fuerte, pero su agarre ya no duele. Creon la libera. Sabe que su reinado lo hace repugnante, pero no tiene elección. Antígona se une a que debería haber dicho que no; ella puede decir que no a cualquier cosa que ella piensa vil. Mientras está arruinada, es una reina. Porque Creon dijo que sí, sólo puede condenarla a muerte. Creonle le pide que se compadezca de él y viva. Antígone responde que ella no está aquí para entender, sólo para decir que no y morir.

Creon hace un llamamiento final, diciendo que Antígona necesita entender lo que pasa en las alas de su drama. De niña, ella debe haber sabido que sus hermanos hacían infelices a sus padres. Polynices era una voluptuaria cruel y viciosa. Siendo demasiado cobarde para encarcelarlo, Edipo le dejó unirse al ejército de Argive. Tan pronto como Polynices llegó a Argos, comenzaron los intentos de la vida de Edipo. Pero Eteocles, el mártir de Tebes, estaba demasiado planeado para derrocar a su padre. Ambos eran gángsters. Cuando Creon envió sus cuerpos, fueron encontrados machacados juntos en una pulpa sangrienta. Trajo al más bonito.

Aturdido, Antígona se mueve para ir a su habitación. Creonle la insta a encontrar a Haemon y casarse rápidamente. No debe desperdiciar su vida y su felicidad. Antígona desafía su felicidad servil. Ella es de la tribu que hace preguntas y odia la esperanza del hombre. Un ismene angustiado se apresura, rogando el perdón de Antígona y prometiendo ayudarla. Antígona la rechaza, pero no merece morir con ella. Ismene jura que enterrará a Polynices ella misma. Antígona pide a Creon que la arreste, advirtiéndole que su enfermedad se está atrapando. Los creones se devuelven. El coro protesta. Haemon entra y le ruega a su padre que detenga a los guardias. Creon responde que la turba ya sabe la verdad, y no puede hacer nada.

El desenlace final

Antígona se sienta ante la Primera Guardia en su celda; la suya es la última cara que verá. La Guardia divaga sobre su salario, raciones y disputas profesionales. Antígona lo interrumpe, señalando que pronto morirá. Ella pregunta cómo va a ser ejecutada. La Guardia le informa que debe ser inseguida. El Guardia le pregunta si puede hacer algo por ella. Ella le pregunta si podría darle una carta a alguien, ofreciéndole su anillo. Renuente a poner en peligro su trabajo, la Guardia sugiere que ella dicte su carta y él la escribe en su cuaderno en caso de que busquen en sus bolsillos. Guiños antígones pero acepta. Ella recita su carta, "Perdóname, querida. Todos ustedes habrían sido tan felices, excepto Antígona.

El Coro entra, anunciando que es el turno de Creonte. El Mensajero da la noticia: Antígona acababa de ser intuido, cuando la multitud oyó el gemido de Haemon desde dentro. Creonte aullaba para que los esclavos quitaran las piedras. Antígona se había ahorcado. Haemon luego se apuñaló y se quedó junto a Antígona en un charco de sangre. Al ser informado de la muerte de Haemon, Eurydice terminó su fila de tejer, subió a su habitación y le cortó el cuello. Creon está solo. El Coro señala que realmente si no hubiera sido por Antígona, todo habría estado en paz. Todos los que tenían que morir han muerto. Sólo quedan los guardias, y la tragedia no les importa.